Aquí trobareu algunes reflexions, val la pena llegir-les:
RAMIS, A. “Com ser una bona mare i una bona treballadora
i no morir en l’intent?”
En algun moment
de la vida, a les dones que compartim la doble experiència de ser alhora mares
i treballadores, se’ns planteja el conflicte que comporta aquesta doble
responsabilitat
De vegades ens
preocupa combinar amb èxit les tasques de ser mare i ser professional. Això,
sense tenir en compte que som esposes dels nostres marits, filles dels nostres
pares, amigues dels nostres amics, veïnes, companyes... De ben poc ens serveix
recordar que durant segles les dones han treballat i s’han fet càrrec de la
família en societats més rurals i que les feines de la llar fa només uns anys
eren duríssimes comparades amb les comoditats que moltes tenim ara.
Tampoc ens
consola recordar quin sentit tan fonamental té la feina en la formació de
la persona, en la seva autoestima i en el seu equilibri psicològic i social.
Tots ens podem queixar en un moment o altre de la nostra feina, però no ens
canviaríem per ningú altre que no en tingués ni per nosaltres mateixos en
èpoques en que no en trobàvem! I, és clar, tampoc renunciaríem a la
incomparable experiència de la maternitat (que a voltes queda molt circumscrita
a l’embaràs i els primers anys de vida de l’infant, però que dura fins a la
mort). El conflicte, doncs, no es planteja en l’àmbit teòric, sinó que esclata
en qualsevol moment del quotidià.
Podem contemplar
el conflicte des de tres angles (que no vol dir solucionar-lo):
- La gestió del temps. Una bona proposta,
coherent i ben explicada la podeu trobar en aquesta adreça web
(http://www.gencat.cat/benestar/secretariafamilia/proces.htm), un document
impulsat per la Secretaria de Polítiques Familiars i Drets de Ciutadania: Pla Estratègic sobre el usos i la gestió del
temps a la vida quotidiana. Es tracta d’un document que pretén donar pistes de reflexió sobre el
temps que compartiu amb els de casa i els horaris en la vida quotidiana.
- La priorització dels valors vitals. Em refereixo a la gestió del que podem anomenar “prioritats de la
vida de cadascú”. Com que el temps és finit, hi ha èpoques de la vida en què
algunes activitats, relacions, etc. queden en un segon o tercer terme. I cal
viure-ho no tant com una renúncia, sinó com una conseqüència de les altres
opcions preses.
- El control conscient de les nostres actituds. Generalment, a la feina ens contenim, procurem que els nostres
“problemes personals o familiars” no afectin el nostre rendiment. En
canvi, a casa ens relaxem i, o bé hi descarreguem els “problemes de la feina”,
o senzillament ens relaxem i tractem d’estalviar-nos qualsevol tensió. Però
això és impossible: en tota relació de convivència hi ha tensions i en tota
relació afectiva hi ha patiments... I educativament relaxar-se pot ser un
desastre! Així que cal controlar les nostres actituds com a mares tant com en
qualitat de treballadores (qui sap si més i tot!).
Tot plegat té una
orientació final: viure de la manera més feliç possible les opcions vitals que
hem pres, o les circumstàncies amb què ens hem trobat, donant resposta al que
finalment cada una de nosaltres consideri prioritari, sense pretendre ser
“superdones”.
FLAQUER,
L. (2001) El destino de la familia.
Barcelona:
Ariel.
Ya desde la sociología clásica se trató de
conceptuar estos cambios con la distinción entre la socialización primaria y
secundaria. Según esta teoría, se produciría una especialización de funciones
entre la familia y otras instituciones de socialización. Mientras que la
primera se encargaría de transmitir a los niños aquellos valores básicos, difusos
y absolutamente necesarios para integrarse en el grupo primario, la escuela
tendría a su cargo la enseñanza de conocimientos técnicos, nociones científicas
y otros rudimentos especializados para pasar a formar parte de la sociedad en
un sentido más amplio y abierto.
Volviendo al hogar, con el trabajo asalariado
de ambos progenitores existe una creciente identidad entre ámbito familiar y
actividades de ocio, y la educación de los niños debe tener lugar no tanto
mediante el ejercicio de actividades productivas, sino sobre todo de consumo.
Pero, a mi juicio, el tema más peliagudo es
otro. Desde siempre es más fácil transmitir orden y disciplina en el trabajo
que en el ocio. Pues bien, el hecho de que la familia se haya privatizado
significa que cada día se identifica más con el ocio y el consumo, un universo
que supone elección, solaz y descanso. Los padres trabajan fuera del entorno
familiar; los niños reciben a través de la escuela el ápice de disciplina que
resulta necesario para hacer sus deberes. Pero para la correcta estructuración
de su personalidad y para que se conviertan en ciudadanos de bien es preciso
que la familia sea algo más que un repositorio donde se regeneran las energías
perdidas.
Valores
e identidades
Además, es dentro del seno de la familia, más
que en la propia escuela, donde se acunan y se nutren aquellos valores sociales
más generales que configuran la identidad cultural de un país y que constituyen
el meollo de su personalidad colectiva.
En una sociedad avanzada, la educación de los
hijos se ha hecho sumamente trascendental por diversas razones. Dejando aparte
la relevancia de los conocimientos aprendidos en la escuela, cada vez más
imprescindibles para encontrar trabajo y ganarse la vida, la educación primaria
de los niños en el entorno familiar resulta decisiva porque vivimos en una
sociedad heterogénea y plural, donde somos bombardeados constantemente con
informaciones contradictorias y donde es muy fácil perderse si no se dispone de
un criterio propio. Este discernimiento tan sólo lo puede dar la familia. Debemos educar a
nuestros hijos para ser más autónomos que heterónomos, para tener ideas e
iniciativas propias, para ser capaces de comprender y analizar las nuevas
situaciones que se les planteen, y ello se logra únicamente mediante unas orientaciones generales, firmemente
asentadas en algún tipo de valores.
Uno de los problemas del compartimiento de
competencias entre familia y sistema educativo es que a veces los padres y los
maestros no consiguen ponerse de acuerdo sobre cuál debe ser la frontera entre
ambas.
A menudo el problema es el tiempo. Parece una
paradoja que en la familia moderna, situada bajo el signo del ocio, justamente
lo que falte sea el tiempo. Pero ello es así porque, al ser consustancial la
lógica económica al modelo de familia individualista, éste se convierte en un
artículo de consumo de lujo.
Muchas
veces los padres alegan que “La calidad es más importante que la cantidad”. Sin
embargo, lo que la mayoría de las actividades expresivas requieren es calma y
sosiego y lo uno es tan importante como lo otro. Acaso habría que recordar la
conocida frase de “El tiempo es oro”. Pero, cabría preguntar: “Oro, ¿para qué?
¿Para vivir o para consumir? ¿Para ser o para tener?”
DIÁLOGO ENTRE PADRE E HIJO
HIJO: "Papá, ¿puedo
hacerte una pregunta?"
HIJO:
"Papá, ¿cuánto dinero ganas en una hora?"
PAPA:
". Eso no es asunto tuyo ¿Por qué me preguntas tal cosa"
HIJO:
". Sólo quiero saber Por favor dime, ¿cuánto ganas por una hora?"
PAPA:
"Si quieres saberlo, gano $ 100 por hora."
HIJO:
"Oh (El niño con tristeza agacha la cabeza hacia abajo)!.
HIJO:
"Papá, ¿puedo pedir prestado $ 50?"
El padre
se puso furioso.
PAPA:.
"Si la única razón por la que quieres saber lo que gano es para pedir
prestado dinero para comprar un juguete tonto o alguna otra tontería, entonces
quiero que te marches directamente a tu habitación, quédate en tu recama y
piensa por qué estás siendo tan egoísta. Yo trabajo duro todos los días como
para lidiar con tu comportamiento tan infantil”.
El niño
en silencio se fue a su habitación y cerró la puerta.
El hombre
se sentó y comenzó incluso a ponerse más enojado acerca de las pregunta del
pequeño. ¿Cómo se atreve a hacer tales preguntas sólo para obtener algo de
dinero?
Después
de una hora o algo así, el hombre se calmó y comenzó a pensar:
Tal vez
había algo que realmente necesitaba comprar con esos $ 50 y realmente el niño
no pedía dinero muy a menudo. El hombre se acercó a la puerta de la habitación
del niño y abrió la puerta.
PAPA:
"¿Estás dormido, hijo?"
HIJO:
"No papá, estoy despierto".
PAPA:
"He estado pensando, tal vez yo fui demasiado duro contigo. Ha sido un día
largo y saqué mi frustración en ti. He aquí los $ 50 que me pediste..."
El niño
se irguió, sonriendo.
HIJO:
"Oh, gracias papá!"
Entonces,
se levanta y agarra debajo de la almohada, unos billetes arrugados. El hombre
vio que el muchacho ya tenía dinero, empezó a enfadarse de nuevo. El niño contó
despacio su dinero, y luego miró a su padre.
PAPA:
"¿Por qué quieres más dinero si ya tiene bastante?"
Hijo: "Porque
yo no tenía suficiente, pero ahora sí.
"Papá,
tengo $ 100 ahora. ¿Puedo comprar una hora de tu tiempo? Por favor, ven a casa
temprano mañana. Me gustaría cenar contigo."
El padre
se sintió aplastado. Puso sus brazos alrededor de su pequeño hijo, y le suplicó
por su perdón.
*Es sólo
un pequeño recordatorio a todos ustedes que trabajan tan duro en la vida. No
debemos dejar pasar el tiempo entre los dedos sin haber pasado algún tiempo con
aquellos que realmente importan en nuestras vidas, las personas cercanas a
nuestros corazones. Recuerden que para compartir un valor de $ 100 de tu tiempo
con alguien que amas. Piensa, si muero mañana, la compañía en la que estás
trabajando fácilmente podría reemplazarte en cuestión de días. Pero la familia
y los amigos que dejaremos de sentir la pérdida por el resto de nuestras vidas.
Y ahora que lo piensas así, nos dediques todo tu tiempo en el trabajo acuérdate
que hay una familia que espera ansiosamente por tu llegada.
Qüestions per a LA
REFLEXIÓ I EL DIÀLEG
Quan els fills són petits i pare i mare treballen, el temps s’omple
ràpidament amb múltiples activitats; els pares solen estar sempre ocupats i
qualsevol incident pot desestabilitzar la vida de la família. A l'hora de
planificar la nostra vida de persones treballadores amb fills, perquè sigui
factible i eficaç, no ens podem quedar en organitzar l'anada a l'escola,
l'alimentació, la higiene, el descans... Les malalties, per exemple, formen
part de la vida quotidiana dels infants, especialment en els seus primers
anys d'escola. Preveure totes aquelles tasques derivades de les necessitats
d'atenció i cura de les criatures pot eliminar un nombre important
"d'incidents".
Intentem planificar el nostre temps de forma realista?
Portar un fill al món implica el compromís de cuidar-lo, educar-lo,
estimar-lo... una ocupació i un temps que s'han de deslliurar forçosament
d'altres activitats. El temps és
limitat i s'ha de redistribuir en funció de les responsabilitats voluntàriament
adquirides. Tenir o no tenir fills és una opció de vida. No es tracta tant, doncs, de renúncies com
de viure plenament i feliçment les noves prioritats. Potser ens cal un
reaprenentatge per deixar de pensar en tot allò que voldríem fer i no podem.
Sabem viure amb alegria, satisfacció i bon humor... la
feina que deriva del fet de tenir fills?
Compaginar el treball amb les responsabilitats de la paternitat i
maternitat sovint no és gens fàcil, i en general, les famílies van força
cansades. A vegades, es pot fer molt poc per tocar els horaris de treball,
però el temps lliure és de cadascú i a cadascú correspon ocupar-lo com vol;
en general, ens trobem que pares i mares es proposen de fer més del que poden
en el temps lliure. L’única manera de no haver d'anar sempre corrents i amb
presses que ens neguitegen tant, és comptar adequadament el temps per a cada
cosa i tenir present que cada cosa requereix el seu temps.
Podem viure amb serenor el pas del temps?
Actualment les famílies són més petites i es viu més aïllat, això, entre
altres causes, ha portat a un plantejament de vida molt individualista, cosa
que fa que cada família hagi de resoldre moltes dificultats. Som éssers
socials i, si ens ho proposem, podem establir unes relacions solidàries, una
xarxa de relacions familiars, d'amistat i de veïnatge per impulsar activitats
d'ajuda mútua, d'acompanyament i d'afecte; que a més de suposar un bon
reforç, ens fa sentir segurs i ens permet viure els incidents amb més
tranquil·litat.
Ens preocupem d'establir relacions d'ajuda mútua amb
familiars, veïns i amics?
Per estimar cal conèixer i per conèixer cal un temps
per compartir, relacionar-nos i comunicar-nos. No es tracta de dedicar-hi moltes hores, però sí que quan
hi som hi estiguem “de debò”. Es tracte d’aprofitar les estones de
convivència per la tendresa, el divertiment, per posar límits i transmetre
normes, valors i pautes de conducta. Per compartir sentiments i emocions, per
posar-nos al dia dels estats d'ànim, de les vivències, de les penes i alegries.
Quant del nostre temps lliure dediquem a la
relació amb els fills i família en general?
El temps de dedicació, perquè "aprofiti", ha
de servir per establir una veritable comunicació dels uns amb els altres: joc
compartit, conversa, feines de casa... L'escolta, així com el respecte,
l'empatia i la confiança esdevenen actituds bàsiques per a la comunicació i
les relacions interpersonals amb els fills o amb qualsevol persona.
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Ens
preocupem només d'estar junts o també de "connectar", de compartir
sentiments, emocions i experiències que ens fan sentir afectivament a prop els
uns dels altres?
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